Primera etapa de reciclado de basura en FM La Tribu.
Digamos que no es lo ideal, pero si es práctico.
Hasta que no se aplique la Ley de Basura Cero no tendría sentido hacer la división como se debería (o como dicen los manuales), así quí decidimos conversar con los cartoneros que pasan por la radio (venden plástico, vidrio y papel), por un lado, y por otro, armar una pequeña compostera en el patio de la casa para los residuos orgánicos; y con la tierra que se genere de ese compost, cuidaremos nuestro jardín.
¿Hacia donde va la basura? ¿Qué es un relleno sanitario o un basural?
Los residuos que usualmente sacamos en bolsas negras a la calle son amontonados en basurales al aire libre, en rellenos sanitarios (como el polvillo bajo la alfombra) y en algunos casos incinerados.
Allí, se descomponen a la par de miles de otros restos de cosas que en su deterioro liberan sustancias tóxicas para el medio ambiente y para nuestros cuerpos.
No puede ni debe tratarse de la misma manera cualquier desecho.
Digamos, en primera medida, que la basura no existe. Todo lo que vino de la tierra debería volver a ella. Lo que no puede volver es porque ha pasado por un proceso químico que supera sus capacidades para retomarlo y transformarlo nuevamente en tierra. La venta de productos descartables (de hecho, hay negocios que venden únicamente “Descartables”), que entendemos desde teléfonos celulares hasta automóviles, y nuestra ignorancia al consumirlos, contribuyen a la formación de estos terribles lugares en donde nuestra basura se descompone y que, de alguna manera, con el tiempo, nos vuelve y nos hace daño. Si miras la hoja que se encuentra debajo, entenderás de que hablamos…
Mientras los desechos se descomponen en esos recintos (basurales al aire libre y rellenos sanitarios), emiten distintos gases que incluyen el metano, el dióxido de carbono y compuestos orgánicos como el tricloroetileno, el tolueno, el benceno y el cloruro de vinilo. Muchas de estas sustancias son tóxicas y/o cancerígenas.
El gas metano es producto de los procesos de fermentación de la materia orgánica presente en el relleno. Este gas es una de las causas de los distintos incendios accidentales que se producen en esas pilas de basura. Durante los incendios accidentales (o provocados en caso de incineración), al arder productos como los plásticos de cloruro de polivinilo (que conocemos comúnmente como PVC, de amplio uso en envases de alimentos y bebidas, embalajes, juguetes, caños, etc.), se liberan a la atmósfera sustancias altamente tóxicas como las dioxinas.
La emisión de gases es particularmente preocupante debido a que los basurales y rellenos de nuestro país son el destino de miles de sustancias tóxicas de uso doméstico o industrial. Una lata de pintura, o de solvente, y una cáscara de banana reciben el mismo destino.
Por otro lado, la lluvia y los líquidos que los mismos residuos tienen arrastran otras sustancias tóxicas allí presentes: metales pesados como plomo, cadmio, arsénico y níquel. La exposición a estos metales puede provocar enfermedades de la sangre y los huesos, así como daños en el hígado, reducción de las capacidades mentales y daños neurológicos. Y también se detectaron en la descomposición compuestos orgánicos como benceno y clorobencenos, tetracloroetileno, tricloroetileno, xileno, cloruro de vinilo y tolueno. La exposición a estos compuestos ha sido asociada con enfermedades como cáncer, leucemia, y daños neuronales y hepáticos.
Estos líquidos bajan hasta hacer contacto con las napas subterráneas y se mezclan con el agua que allí corre, y que luego, mediante pozos y bombas, es extraída para nuestro consumo. Otros de esos líquidos directamente se suman a las corrientes de agua en la superficie contaminando arroyos y otros cursos de agua natural.
Entonces, por un lado, nuestro aire es contaminado por la reunión de esas toneladas de residuos (esto sin contar los efectos de la incineración, que no solo no elimina sino que agrava el problema de los rellenos. Este sistema convierte la mezcla heterogénea de materiales que constituye la basura normal en grandes cantidades de cenizas altamente tóxicas convertidas en pequeñas partículas que se expanden sobre un área mucho mayor) y además el agua, que utilizamos para beber, para higienizarnos y para cocinar, esta en contacto con todas esas sustancias tremendamente perjudiciales para nuestra salud.
En Buenos Aires, hoy, funcionan tres rellenos sanitarios: Ensenada, José León Suárez y González Catan. Este último esta a un paso de colapsar y nuevos espacios deben ser ubicados para el traslado de la basura.
En 2004 el predio del CEAMSE localizado en Villa Domínico, Partido de Avellaneda, lugar emblemático de contaminación y descuidado en el manejo de residuos, cerró sus puertas luego de años de luchas vecinales y ambientalistas. Actualmente muchos de los rellenos y basurales existentes están completamente saturados y las autoridades no encuentran sitios donde localizar nuevos frente a la importante oposición social que estos emprendimientos generan
El tema de la basura se está agravando por la ausencia de un consumo responsable de parte de toda la sociedad.
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